Que suene la música!

Hoy: Poets of the Fall - Everything Fades
*Ains*

lunes, septiembre 24, 2012

No hay

No hay:

-Horno para bollos.

-Ganas de comentar nada.

-Temas interesantes.

-Ánimos para poner algo.

-Nada, absolutamente nada, que valga la pena comentarlo.


Hay:

-Ganas de llorar.

-Ganas de correr hasta que se me salgan los meniscos.

-Ganas de gritar.

-Ganas de practicar el slamhead unas cuantas horas.

-...ganas de largarme un rato a la mierda hasta nuevo aviso; al menos han puesto columpios...

lunes, septiembre 17, 2012

Lo que temía que pasara, pasó

Si es que me lo venía venir... desde años atrás además. Todos tranquis no es que sea grave, pero creo que merece ser contado, porque a los que me seguís me gusta manteneros informados de mi salud para que no os preocupéis, o para que os riáis de las chorradas que me dan cuando ando con fiebre y esas cosas.

En este caso, remontémonos a un porrón de años atrás, me aparto un poco para que la distorsión de la cámara de paso al flashback, relatado para todos ustedes en forma de bocata:

 sí, más o menos así...


Hace muuuchos años, cuando los ciervos trepaban a los árb... ni caso, chiste personal que tengo con Marsie... pues eso, hace años, cuando era una niña, me pusieron en el cole diapositivas de la caries, que causaron un fuerte impacto en mi y que me produjeron una paranoia cuasi constante de cuidarme los piños. Vale que hoy día una se acuerda de aquellos bicharracos taladrando los dientes con perforadores y piensa 'seré gilipipas; como si en mi boca hubieran enchufes para conectar los trastos esos...', pero cuando eres un niño eso te afecta muchísimo, más cuando son dibujitos, así que desde entonces pasé a cuidarme los dientes más de lo que ya lo hacía, por lo que orgullosamente he logrado más de veintipico años de no contar con una mísera caries en mi dentadura.

¿A qué les suelto este rollo? espeeerense, que sigo... cuando tenía unos 16 años, a mi hermano Lambach con 18 le salieron los cordales, las muelas del juicio, las 'mierda ahí están ya', que no obstante tuvieron buena acogida en sus maxilares. Tiene una dentadura natural perfectamente alineada que jamás, ha necesitado braquets, placas de mordida, placas de mantenimiento o aunque sea ortodoncia removible. Un orgullo...

Fuera por eso de que las chicas maduran antes que los chicos, o por pura y puñetera envidia y/o tontería, mis señores cordales decidieron por su dentina, su esmalte y sus p**os huevos que iban a hacer lo mismo, por lo que apenas unos meses tras la salida de los cordales de mi hermano, los mios se dieron a conocer. Tuve la única suerte de que, por herencia genética paterna, uno de mis incisivos laterales salió en el paladar, así como a medio centímetro o menos por detrás de donde debería haber salido, lo que me dejó espacio suficiente para que cuando salieron, no me doliera.

Lo que por aquel entonces fue una suerte, ahora es una jodienda en toda regla... ¿por qué? bueno, los de arriba salieron más o menos bien, los de abajo llevan un total de 12 años medio asomando por la carne de mis encías, rompiéndola cuando les da por ahí y haciendo que me acuerde de su composión de hidroxiapatita de calcio. No sé cómo es que aguanté tantos años, pero de todas formas se notaba.

Si alguien se pierde ahora que pregunte, porque voy a hablar en jerga de protésica dental fastidiada...

Desde que tengo memoria, y se me cambiaron los dientes de leche a los definitivos, no he tenido nunca lo que odontológicamente se conoce como 'mordida óptima', pero sí tengo lo que llaman 'mordida funcional'; es decir, tengo bastantes dientes apiñados, pero puedo morder, así que según el dentista, no hacía falta ponerme corrector alguno. Debería tener contacto en tooodos los dientecitos de mi arcada dentaria, pero sólo tengo 3 contactos: un poco por incisivos y cuatro de mis muelas. Para que se hagan una mejor idea; una mordida óptima precisa que los dientes que cierren para guiar la mordida son los 6 ó primeros molares... pues a mi se me cierra en los 7, los primeros molares por poco no se rozan, los premolares creo que no han llegado ni a decirse "hola" entre ellos y los colmillos no se me tocan tampoco y por muy poca distancia.

Esa ha sido mi manera de morder en todo este tiempo... y de hablar, supuestamente por tener los dientes así no hablo bien, según me ha dicho el dentista y me decía el profe de prótesis; yo como no me oigo y no puedo comparar porque no he tenido nunca los dientes con otra colocación... ni repajolera, oiga...

En todo caso; hasta ahí podía pasar sin problemas... pero ¿qué pasa? que estos últimos meses me han dolido los cuatro cordales a más no poder, los he notado moviéndose y empujándome otros dientes que están mucho más adelante que por donde están saliendo, y eso me provoca a menudo dolores de oído y de garganta, encima. Vamos, al final he tenido que pedir cita al dentista, y por primera vez en mi vida no ha sido para únicamente hacerme una limpieza de dientes.

Me hicieron la radiografía de la boca; -por cierto espero que me la den algún día, la verdad que la vi y tengo unas raíces bonitas en los dientes y todo- y el alivio fue que sigo sin tener ninguna cariada, ni siquiera en los ángulos a los que no llega una con el cepillo ni en los cordales medio enterrados en la carne luchando por salir y hacerme la vida dolorida. Tras felicitarme por tener la boca tan cuidada, la dentista se impresionó al explorarme más directamente y este es el diagnóstico:

Apenas tengo maxilar, y mis dientes son bastante grandes -me salí de la estadística que según mi profesor afirmaba que las mujeres tienen los dientes pequeños, redonditos y delgaditos; casi le hago un corte de mangas aquel día y me limité a sonreír ampliamente para que se fijara en mis cacho de piños. Creo que estuvo tentado de cobrarlos a precio de marfil cuando yo me despistase.- , por lo que mis maxilares apenas tienen sitio para ellos, y encima los cordales están empujando tanto que resulta que me están sacando los otros molares de las encías y se me ven un poco las raíces. Me han dado cita para que me vea el ortodoncista la semana que viene y evalúe qué me van a hacer; porque los cordales van obligatoriamente fuera, sí, pero recordando que tengo un diente en el paladar y que los demás son muy grandes, se puede dar el caso que para colocármelos bien me tenga que extraer también los segundos premolares... ya luego me pondrían braquets, porque se ve que aunque los cordales ya no estén presionando, tengo los dientes demasiado apiñados ya, en plan manifestándose por tener más maxilar para okupar o algo así, y hay que corregírmelo.

Casi me ha dado la llantina; quería evitar que me tuvieran que llegar a ese extremo. Encima, una cuidándose tanto los dientes para que al final ocurra esto... ni es culpa mía ni de nadie, pero sigue siendo una jodienda.

En fin, ya veremos que pasa, les mantendré informados. Besoss.

P.D. cuando me saquen los cordales espero que no se limiten a anestesiarme la boca y me den un buen pepinazo para dejarme KO; me da un mal rollo tremendo saber que me están abriendo carne estando consciente aunque no note nada.

sábado, septiembre 08, 2012

Otra boda superada

*Score*

Sí, acabo de volver de la boda hoy acontecida de los amigos de mis padres, en la cual mi progenitor oficiaba de padrino. Lamento no poder darles fotos esta vez, pero tras buscarla durante dos horas, la cámara resultó estar descargada y el cargador que encontramos no era el suyo y por la mañana al enterarnos, tras poner cara de 'mieerda' nos resignamos. Así que procedo a narrarles la vivencia de hoy:

Nos despertamos a las 7 aproximadamente de la mañana, en mi caso también pero no me levanté de la cama hasta las 7 y media; es que por las noches está haciendo -bendito- frío y me encanta volverlo a disfrutar en la cama bajo una mantita y con el hombro y el brazo asomando para que me lo refresque el airecito nocturno. Al final me levanté, sin ganas de darle el gusto a mi despertador de obligarme a hacerlo a las 8, sabiendo que si seguía tumbada me dormiría cinco minutos antes de que sonara, y como que no. Ahí que le den.

Según me levanto, mis perritos corretean por ahí; los muy mamones saben que vamos a salir y que no los podremos llevar y se intentan colar en la fiesta a base de jugar y ponernos caritas adorables. Lo siento nenes, no cuela; mis padres llevan años inmunizados tras yo ponerles caritas adorables de 'noquieroirdejenmeencasaconlaconsola' y yo estoy inmunizada... por borde, básicamente XD. Bueno, por eso y porque si no, dónde leches meto yo a estos dos trastos en la iglesia o en el banquete.

Mi primera tarea es la más pesada.

¿Vestirme? nones...

¿Maquillarme? no me hagan reír...

...tictactictac, ¿qué, se rinden?

RIIIIIIIIIIING

¡Efectivamente! ¡PEINARME!

Y es que con un cabello que ya fácilmente me cubre las posaderas -sí, me tapa el culo, sí- lo más jodío es desenredarlo por completo para poderme hacer una trenza. Para evitar que mi pelo escape parcialmente al estar por capas, me la tengo que hacer desde arriba en la cabeza, y a tientas comienzo a hacerme una trenza de cola de sirena, que ni idea de si me estaba quedando bien o no; afortunadamente mi madre confirmó que iba bien y pude seguir, hasta la punta tras írmela echando sobre el hombro izquierdo, cagándome en el cansancio de brazos y el calor que ya me estaba dando y en la de veces que se me volvió a enredar. Cómo empezamos...

Terminado al fin, bajo a desayunar algo, cuando mis padres han terminado -mira que he tardado...- y tras unas tostaditas con mermelada de fresa... espera, ¿mermelada de fresa? si nunca me había gustado o.O yo no entiendo a mis papilas gustativas: de 16 años para abajo odiaba la leche sola y comía queso sin pan ni ná. De 16 para arriba, empezó a gustarme la leche sola y dejó de gustarme el queso sin ná... si hasta para eso soy rara... como me molo XD. Un cacao calentito para rematar y arriba a matar el tiempo estirándome el flequillo con mi madre antes de maquillarme; prefiero hacerlo antes de vestirme por si se me cae una brocha y me mancho la ropa, conociendo la Ley de *cofcof*cabron*cofcof* Murphy.... Unas pinceladas de azul en los párpados, la raya negra en el párpado inferior, máscara de pestañas transparente y me pinto los labios de rojo oscuro perfilando con un lápiz rojo ^^... y me queda como una patada en todo el hígado... me limpio los labios y me aplico simple y llanamente un gloss ligeramente rosado; y mucho mejor. Gloss = caballo ganador, para no variar. A la próxima ni me molesto en experimentar.

Me pongo al fin el corpiño azul y la falda blanca y *glup* los zapatos de tacón bajo, que tuve que rellenar con algodón por delante para que no se me salieran, y a caminar para irme haciendo el rodaje. Sí, rodaje... casi ruedo escaleras abajo, entre los perritos jugando y mi inexperiencia+odio los tacones. El máximo cachondeo llegó cuando por hacer el tonto a ver si me terminaba ahostiando me puse a bailar; y resultó que bailando no tuve el menor problema con los tacones; pero a la hora de caminar parecía un maniquí sin articulaciones de rodilla O_O cada vez me entiendo menos...

Pendientes, llega el coche a buscar a mi padre, y nuestros perros salieron corriendo y casi se metieron en el coche también; pa haberlos matao... nada, se quedan en casa con mi hermano y mi madre y yo nos esperamos a que sea la hora para ir a buscar a una amiga y su hija para ir a la boda. Esta amiga es la que peinó a la novia y damas de honor, las maquilló y aún le quedó tiempo de ir a casa, vestirse en tiempo récord y practicar en el camino el AveMaria que iba a cantarles a los novios. Qué sobado tengo el AveMaria; todos saben a estas alturas que desgraciadamente ya no lo soporto... yo si me caso lo tengo claro: o varío con el Lacrymossa de Mozart... o pongo la marcha Imperial, faltaría más. Cada cual sus gustos.

Nos perdemos un poquito para encontrar la iglesia esa que está para arriba a tomáposaco y vamos para allá; llegando jusssto a tiempo porque allí estaba mi padre, ayudando a sacar a la novia del coche. Yo que no me di cuenta y me acerqué a saludar a mi padre para preguntarle por ella y me asomo a ver al novio esperando, y cuando me giro estoy obstaculizando el camino de mi padre y la novia... quéeee bochornoooo... me retiro rápidamente con sonrisa de vergüenza suprema; para volver corriendo en menos de tres segundos porque alguien tenía que levantar la cola y velo de la novia para que entrara en la iglesia sin que estos se enguarraran con la calle, y sí, me tocó por estar en medio. La novia se rió lo más grande y yo bajé la cabeza para que los flecos me taparan un poco el corte que estaba pasando por el show.

Coomienza el principal espectaculo: mi madre, la amiga que iba a cantar, su hija y yo esperando a un lado mientras empezaba la ceremonia. El calor que empezaba a hacer y mi molestia por culpa de los zapatos, fue la causa de que cuando el cura dijo por primera vez "Nos sentamos porque..." yo respondiera automaticamente "...los zapatos nos matan." Para mi sorpresa le saqué una risa a mi madre, cuyos supertaconazos también la tenían molida.

No fue la única perla que se me escapó, pues el cura continuó dando sermones y salmos y cuando no paraba de orar "Qué bueno es el señor" solté "...que nos lleva de excursión.", otra vez sacándole la carcajada por lo bajini a mi señora madre. El cura a esas alturas me pareció que antes se dedicaba a radiar partidos de fúltbol, pues iba relatando TODO lo que hacían los novios:

"Ahora se toman de las manos, le pone el anillo, en el anular y guiándolo con el índice y el pulgar... y ahora ella se lo pone a él, también con el índice y el pulgar... cantemos..."

"...gol" solté otra vez por lo bajo; definitivamente ese ha radiado antes algún partido, a mi que no me digan...

Salimos después de que rocíen a los novios con arroz y feliciten a la amiga de mi madre por cantar tan bien; mira si cantó bien que hasta a mi se me hizo soportable la sobada cancioncita; mis felicitaciones. Volvemos al coche y a buscar el que ahora sí es el sacrosanto lugar: el colegio donde se celebra el banquete.

Aprovecho me cambio de zapatos en el coche, poniéndome unas sandalias negras porque yo con esos p*tos tacones no sigo; si hasta mi madre se cambió los suyos por unos más bajos, y no me extraña; caminaba con los pies como los de las barbies de antes, usando sólo las puntillas porque el talón le perdió sensibilidad me da a mi. Damos vueltas como trompos y mira si las dimos que llegamos de las últimas, ganándoles por poco margen a mi padre y la madrina. Al entrar me tropecé en la entrada y otra vez bajé la cabeza para taparme con el fleco, de hecho casi le quité el abanico a mi madre para taparme más; para entradas la menda lerenda... Mi madre se sentaría junto a mi padre en la mesa de los novios, así que me toca quedarme con la amiga y la hija, y nos ubican en una mesa con familia del novio, si mal no recuerdo, que resultan ser simpatiquísimos y unos guasones. Esto promete no ser tan aburrido:

Pan con mantequilla y jamón; yo ya me hice medio bocata, pensando que me esperaba otro banquete de Mierdelle Cusine, y descubro que otra señora de nuestra mesa está haciendo lo mismo, cuando ella misma me lo indica y levanta también el bocata que se estaba haciendo. ¡Oleee, semos legión! llegan los novios y tras unas fotos, ¡Primer entrante!

Mejillones con trozos de verduras.

Weno, yo mejillones no como, no me gustan, así que me termino mi medio bocata y santas pascuas; al menos parece que el banquete será más normal. Ya lo creo, de segundo nos traen tortilla; y con eso se imaginan qué hice otra vez. Sí; agarré un cacho tortilla y al pan que fue de cabeza, con mantequilla. Ñiiiam. Si sacaban más mejillones o gambas yo ya tenía bocata del qué tirar.

Siguiente plato: queso rebozado con salsa dulce y dátiles enrollados en bacon. Me comí un par de quesos de esos, pero la salsa no me gustó así que lo dejé y esperé al siguiente; que fueron unas croquetas raras que llevaban dentro gambas, jamón y ¿esto blanco que es? da igual. Para risa de los demás comensales de mi mesa, que no se perdían detalle de mis coñas con esas comidas, empiezo a practicarle la autopsia a una de esas croquetas, detallando la incisión a un centímetro del límite del tenedor y extirpando con cuidado el jamón, rebozado y lo blanco de alrededor de la gamba, que sale intacta de mi operación para acto seguido ser devorada por la amiga de mi madre, que miraba con cachondeo como tras la delicada operación, procedí a comerme lo que quedaba de croqueta. Terminó dándome la risa tonta al repetir con una segunda croqueta.

Los demás de la mesa ya estaban bastante llenos del picoteo y empezaron a levantarse para caminar un poco e ir bajando la comida para hacer hueco para la tarta. Justo entonces traen papas con mojo y chistorra. La amiga de mi madre dice que sólo dejen un plato porque la gente se ha ido, cuando yo detengo al camarero diciéndole DEJE EL PLATO EN LA MESA QUE ME LO COMO YO, USTÉ TRANQUILO. Pensándose que exageraba, la amiga de mi madre e hija me miraron a ver si era verdad; para su desgracia gané yo. Para su jolgorio, no aposté nada antes de demostrarlo; en fin, a la próxima ya sé.

El calor empezó a hacer estragos por la sala, haciendo a la gente irse levantando para despejarse saliendo a la terracita a coger fresco y empezaron a hinchar el castillo hinchable para los críos. Para contribuir a refrescar a esta señora tan divertida y polifacética, me levanto y voy a la mesa de los novios para pedir a mi madre la llave del coche y voy para allá a coger un abanico extra para la mujer, vuelvo, se lo entrego y a seguir comiendo. La hija de esta señora que me acompañaba, evidentemente con 11 años que tiene, pidió que la llevara al coche a buscarle los calcetines. Ya podías haberlo pedido cuando fui al coche antes, simpática... otra vez voy para allá, aguantándole la brasa y volvemos. Me termino al fin las papas con mojo y la chistorra cuando sirven oootro plato:

Papas con más mojo y pata curada. -Muy curada no estaría esa cosa si la servían en un plato, más bien estaba remuerta-.

Coñe, si como más papas no me cabe la tarta, así que esta vez no como nadita. Pero la señora se encuentra mal, así que me vuelvo a levantar y le pido otra vez a mi madre las llaves, para caminar bajo la solajera hacia el coche y coger una pastillita de ibuprofeno que con suerte la ayudará a despejarse. Al llegar al coche y abrirlo me acuerdo... las pastillas las tiene mi madre en el bolso ese dorado que lleva ella consigo... no en el coche... cierro y vuelvo al banquete, cantando por todo el camino 'Soy Gilipollas' de los Mojinos, y bien merecido.

Al fin le dio la pastilla, y a mi me empieza el malestar general, ¿ahora qué leches pasa? voy al baño y tal como había predicho la semana anterior: caí MALA ese mismo dia, menos mal que fui preparada, pero el malestar no me lo quitan ni las pastillas; cooooñio. Y más inri: mis muelas del juicio deciden recordarme que están para dar por culo y al beberme el refresco estas comienzan a reaccionar, provocandome el típico dolor que me tira a la cabeza, al oído y la garganta, poooof. Estaba tan medio ida que cuando caminaba de un lado a otro para despejarme, canturreaba. Y hay que ver lo que se ríe la peña cuando les pasas cerca y te escuchan cantando 'El Bogavante'...

Traen la tarta justo ahora; de queso a los tres chocolates. Ñami...  lo que tardaron en servirla, chacho. Le dan otro regalo a los novios, que resultó ser un paquete de pañales para hacerles la coña, un bote de crema de masaje -ejem- y una revista porno XD. La novia, que al igual que su ahora esposo, es el cachondeo hecho persona, dice en voz bien alta "Perdona pero no me hace ninguna falta" mientras su marido se escondía de coña la revista doblada en la parte trasera del pantalón, mientras les hacían las fotos. Qué locos están; me encanta.

Tarta al fiiin, y para mi sorpresa casi no pude comérmela; el calor y que las papas con mojo se intentaban abrir paso ayudadas por un Sprite, del que creo que el gas era lo que estaba fastidiando el tráfico, y el malestar de las muelas me tenían ya tonta del todo. Ibuprofeno para la señorita, a ver si aunque sea me coloca y con la tontería me da la risa otra vez.

Rematamos la tarde:

Mis padres al fin salieron a bailar un poco, la gente se desmelena, yo intenté bailar pero con el dolor de cabeza a los dos botes me acordé de porqué no salí antes a menear el esqueleto. A sentarme otra vez, a lo bobo pidiéndoles a los camareros me bebí un total de tres sprites, una cola que compartí a medias con mi padre y la que le mangué al novio porque se la dejó junto a la copa del champán. En esos momentos que estaba terminándome el tercer Sprite, mirando a la gente bailar y hacer el loco con semejante calor y medio hechos polvo pero contentos, comprendí por qué la gente suele ponerse ciegos de alcohol a esas alturas: o están colocados o no hay quien aguanta tanta marcha sin plantearse sentarse y abandonar la fiesta. Estos antes recogidos en camilla que dejar voluntariamente la juerga.

A lo que sí me apunté fue a cuando arrojaron la liga de la novia y la corbata del novio. Evidentemente en la parte de la corbata fue donde me apunté; y donde apareció gritando el cuñado del novio, que está como tres maracas juntas y gritó como una loca por la chorrada. Porque sé que tiene pareja y es una chica con la que me llevo estupendamente; que si no... porque el papel de loca lo borda y luego verán aún más pruebas de ello. Cuando fue a tirar la corbata, yo pensé 'tú no te muevas y sobrevivirás a la experiencia'; pues desencaminada no iba, no. Al ver volar la pieza de ropa -tras exigirle que luego nos arrojara los calzoncillos; yo parecía normal y todo entre esas chicas- se volvieron animales salvajes, dos de ellas tirándose al suelo a cogerla y tras unos tirones proclamarse vencedora una de ellas; de las que me fijé que iban descalzas porque tampoco aguantaban los tacones, qué graciosas, jope.

A eso y al trenecito que se organizó también me apunté, para apearme en la mesa de mis padres antes de que se fueran a bailar Grease, con todos los solteros convertidos en John Travolta y las solteras en Olivia Newton John. Ahí pasé porque no tenía ya la cabeza en su sitio, me pedí un vaso de agua fría para apoyármelo en la cara y aguanté sonriente los pedazo de empujones que me daba la madre del novio para que me apuntara a bailar; no, la excusa de que estaba para el arrastre entre primer día de regla, dolor de muelas y tensión bajando por el calor no le valía. Creo que me sacó el hombro de sitio y todo, ya le diré mañana a mi padre que me lo arregle o me lo colocaré yo golpeándomelo contra la pared a ver si vuelve a entrar en su sitio. Para colmo a esas alturas me entraron muchas ganas de comer más tarta pero los camareros ya habían retirado todo lo que sobró de esta; ¡sáquenla de donde la tienen secuestrá, mamone!

La música que pincha el tio contratado, pof en su mayoría... de los éxitos de las discotecas, esos que a la mayoría de nosotros ya nos joroba de oírlos por la tele. Cada vez lo tengo más claro: si me caso elijo una playlist con rock del bueno, algo de música para bailar que sea a poder ser friki a más no poder y si acaso algo de electrónica colaré para menear el esqueleto pero BIEN.Ya veremos en todo caso...

Como colofón final cuando la peña ya se iba relajando, aproveché para llevarme el monísimo centro de mesa; pensando inicialmente que me estaba pasando, hasta que vi que en otras mesas la gente había cogido hasta cuatro. Ah pos nada, lo mío es hasta ligero, fíjese; así que sin remordimientos y p'a la saca, pidiéndome antes de irme una Fanta limón. Mi madre hasta se rió de verme yendo con la mini macetita con flores de un lado a otro en las manos, como si fuera otro ramo; igual que la hermana del novio, que a lo tonto se me enganchó del brazo y caminamos como si nos casáramos también, aprovechando que ella estaba descojonada tras bailar y yo con la pastilla en pleno torrente sanguíneo y cerebral, con un cachondeo encima que era para verlo.

Volvemos al coche y pasa el cuñado del novio, llevando los tacones rosa fosforito de su señora suegra, que iba con chanclas tras pasarse todo el día con los tacones y también detestándolos ya. Pues mira, estaría haciendo la locaza, pero el colega caminaba con ellos mucho mejor que muchas de nosotras; su novia no paraba de berrear entre risas que nos lo lleváramos en el portabultos o algo, que ella no podía más con él. Si se casan también y nos invitan, seguro que será otro cachondeo memorable.

Acabamos de llegar a casa cansaos, mareaos y... con ganas de helado -sobretodo yo-.

Creo que no me dejo nada, si me lo dejo disculpen pero no estoy para pensar ahora mismo y en fin, espero que hayan divertido con el relato y muchos besiness.

Hasta otra entrada.